Fauvismo
Montó su tenderete y comenzó a pintar. Dos chiquillos la miraban. La tía, indiferente a lo que la rodeaba, mezclaba colores en la paleta y los aplicaba al lienzo. ¡Pintaba el cielo rojo! ¡Rojo y fucsia!
Montó su tenderete y comenzó a pintar. Dos chiquillos la miraban. La tía, indiferente a lo que la rodeaba, mezclaba colores en la paleta y los aplicaba al lienzo. ¡Pintaba el cielo rojo! ¡Rojo y fucsia!